Se trata de signos de estrés que afectan a muchos padres y madres durante los primeros años de vida de sus hijos.

Ser padres es una de las experiencias más bonitas de mundo, pero la crianza de los primeros años puede desgastarte en todas las áreas de tu vida, muchos padres viven en un continuo estrés y un agotamiento total.

Además, si a esto le sumas que no descansas bien, hagas colecho o duerma en su habitación y el plus del estado de alerta las 24 horas, puede desencadenar en destrozarte el sistema nervioso e inmunitario, física y emocionalmente.

La deficiencia del sueño esta vinculada a muchos problemas de salud como cardiopatías, depresión, obesidad, envejecimiento prematuro, debilitamiento del sistema inmunológico… También pueden aumentar las adicciones y el bruxismo.

Yo tuve anemia, comiendo sanísimo, tenia las reservas vacías, subía una escalera y me daban taquicardias, estaba irascible, me ponía a llorar de la nada, perdía memoria, perdí la capacidad de la comprensión lectora. Falta de paciencia, de concentración, de claridad mental y de creatividad.

La falta de sueño y el agotamiento en este periodo tiene unos efectos muy nocivos para la salud. Afecta a la relación de pareja, el 50 % de los divorcios, son durante estos 5 primeros años de crianza.

En cuanto a mi marido, engordó unos 12 kilos. se le puso todo el pelo blanco en 3 años, tuvo pólipos y se desmayaba con cólicos a mitad de la noche en las que tuvo varios accidentes. Tuvo que estar de baja laboral 9 meses.

Según los últimos estudios el nivel de cortisol de un padre en burnout es más alto que un burnout laboral. Y más alto que una persona con dolores severos crónicos y que víctimas de violencia de genero.

Es necesario restaurate a diario para prevenir efectos secundarios dañinos, es un gesto de autocuidado y autoamor.

Tras mí experiencia encontré herramientas para prevenirlo y salir de este bucle de agotamiento, que uso como mi medicina o higiene de vida a diario.

Solo deseo compartirlo contigo para poder ser una ayuda en tu camino.